todo me observa

Una flor dormida en el desierto de la incertidumbre
Una nube pasajera cargada de desilusiones
Una bandada de palomas que revolotean sin rumbo
Un cerro que me mira todos los días inamovible y profiriendo juicio
Una torre llena de luces que rompe la noche fría de mi ciudad,
Mientras yo sonámbulo la aprecio fantasioso y perdido.
Una casa grande amarilla con sus ventanas que como ojos grandes e inquisidores me analizan.
Unas palmeras sobre la avenida con su enorme cuello y en fila como formados, que observan a diario mi trasegar y con su silencio me escrutan.


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